domingo, diciembre 18, 2005

Conversemos Pensando ¿o mejor no?



Se supone que la mayoría de los chilenos no entiende lo que lee (esto suponiendo siempre que lo que leen esta bien escrito) ¿Qué sucede con la conversación? ¿Por qué nos cuesta tanto expresarnos? ¿Por qué sentimos que los demás no nos entienden? ¿Nos expresamos mal o no nos ponen atención simplemente?

Para responder estas preguntas hay que dividir las cosas que uno dice en dos etapas. La primera es cuando uno esta solo en su casa tranquilamente pensando y de repente se da cuenta que tiene ciertas cosas claras y se le ocurre planteárselas a alguien. La segunda etapa es cuando llega efectivamente ese momento y ocurre lo inesperado (pero rutinario a la vez). Uno se empieza a complicar, todas las ideas se entremezclan y al final dice algo completamente distinto a lo que pensó en un principio, y la otra persona termina diciendo: “no estoy seguro si te entiendo lo que quieres decir”. ¿Por qué pasa esto? Es una lata en verdad. La respuesta creo que radica en que las personas dedican muy poco tiempo para pensar. Pero con esto me refiero a pensar, no a divagar o fantasear, sino pensar realmente, de modo que cuando uno termina se siente hasta cansado, porque estuvo haciendo algo productivo y que gasta energías.

Se tiende a tildar a las personas que no hacen nada en todo el día de ociosos o de fomes, que es lo correcto, pero no es correcto nombrar así a la persona que se dedica a meditar una buena parte del día. ¿Por qué es tan bueno pensar? Muchos deben decir ¡que perdida de tiempo! ¡Prefiero carretear o hacer cualquier otra cosa! ¡Qué voy a estar pensando weas y complicándome por todo! Pero están equivocados y la razón es que si uno se toma el tiempo para pensar, lo más probable es que termine descubriendo y conociéndose mucho más de lo que nunca imaginó, y de ahí que se va a hacer mucho más fácil expresarse con el resto de las personas y las ideas van a ser mucho más claras. Decirlo es muy fácil pero llegar a hacerlo de verdad es muy complicado, pero entretenido. Igual que todas las cosas buenas en la vida requiere esfuerzo y dedicación. Y el resultado es el mejor que se puede obtener: decirle a una persona las ideas que uno tiene en su mente y que la otra persona las entienda, aunque no las comparta necesariamente.

Las personas tienen muchos problemas para expresarse porque no se toman el tiempo para pensar realmente lo que quieren decir. Y generalmente, cuando no entendemos lo que alguien nos dice, es porque lo expresa mal o no le ponemos la debida atención o ambas cosas.
Debemos solucionar este problema porque creo que es grave. El no poder decir de forma clara lo que navega por nuestra mente (no nos metamos en el tema de los sentimientos), quiere decir que existe dentro de nosotros un grave conflicto interno, ya sea de autoestima o personalidad. Pueden pensar que me pongo muy grave pero a veces sirve mucho más que tomarse las cosas a la ligera. Debemos conocernos nosotros mismos lo mejor posible para darnos a conocer a los demás, o al menos dejar que nos conozcan. O a lo mejor todo esto es sólo un problema de práctica y de relacionarse más con las personas, y todo lo que estoy diciendo es una exageración. Tomémonos el asunto con calma mejor. Y soñemos con que vamos a encontrar a esa persona que nos va a entender incluso cuando no le digamos lo que queremos decir. Al final, siempre los sentimientos se interponen en el camino.
Cristhian (Nicheano Columnista)
A ti también te pueden leer, sólo manda una columna a nicho.internet@gmail.com
¡Animate!

1 Comments:

<$BlogCommentAuthor$> dijo...

<$BlogCommentBody$>

6:13 p. m.  

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