Chile; el país coprófago

Hace unos días me encontraba acostado en la cama de mis padres; cual niño flojo y regalón. La diferencia es que eran aproximadamente las 6 de la tarde y no había nadie en mi casa.
¿Qué hace en esos casos un tipo de 20 años promedio, algo averiado por una noche de alcohol?. La respuesta es fácil; encender la TV y comenzar a ver todo tipo de rarezas.
Fue así como en medio de mi "zappin" me encuentro con Mekano. Ahí estaba Karen Paola, vestida como alguna de esas "biestecillas" que los gringos inventan para celebrar la noche de brujas.
De un momento a otro aparece Myriam Hernández tras el escenario. Esto con el fin de sorprender a la "joven estrella" del programa que había manifestado a un periódico nacional su admiración por la consagrada cantante.
Después de un "bla bla" cursi y patético en el que Karen Paola le mencionaba a Myriam las razones de su éxito, se dispusieron a cantar juntas un tema de la mujer que "huele a peligro".
Ahí es cuando empecé a retorcerme en la cama, así como lo hacía Linda Blair en El Exorcista. ¡Es que no era para menos! La aclamada Karen Paola se desafinaba constantemente y cumplió un rol verdaderamente desagradable en el dueto. Su voz era algo que molestaba bajo la de Myriam.
Entonces como buen televidente crítico me puse a pensar: "¿Cómo esta señorita vende tantos discos, causa tanto furor y tiene el apoyo incondicional de los sellos transnacionales?". Luego, un espasmo me llevó a apretar el botón que apaga la "caja satánica".
Después de unos días, pasada la horrible experiencia, ,me encuentro nuevamente frente al televisor. Esta vez eran las 11 de la noche...creo. Estaba Christell en “Mucho Lucho”. Sí, la niñita fenómeno cantante bailarina que sufre de dolor de “guatita”.
Cantó, bailó e hizo comentarios que en más de una ocasión pusieron en aprietos a Jara y causaron las risas del público. Entonces como buen televidente crítico me puse a pensar: "¿Qué tiene esta niñita que no tenga otra de su edad?". Pero en esa etapa de la vida todas las muchachitas bailan, cantan, hablan tierno y hacen reír. Por lo demás, Christell no tiene una voz privilegiada.
No quiero sonar intolerante y amargado, es más, nunca he estado en contra del Pop y sus diversas manifestaciones, es necesaria su existencia, pero si vamos a hacerlo...¡HAGÁMOSLO BIEN!
Es necesario que nosotros como consumidores, seamos más selectivos y le demos éxito a aquellos que se lo merecen, ya sea por sus capacidades o en el peor de los casos, por esas aptitudes mediáticas tan absurdas que algunos "afortunados" tienen, pero por favor...PAREMOS DE COMER MIERDA..."¿ya?

Jean