Comida no tan rápida

A todos nos gusta comer bien. Pero hay veces que por distintas rezones, nos vemos obligados a dirigirnos a la tan poco querida comida rápida. Es cierto, hace mal y que ha todos nos gustaría algo más sano y más casero, como el típico plato de charquicán que nos prepara nuestra querida madre los fines de semana, pero la mayoría de la gente cree que estos lugares no son muy masivos. Por suerte y para su felicidad, se equivocan.

En la tan concurrida calle de Providencia con Carlos Antúnez, existen más de 20 locales que ofrecen platos como casuela, pastel de choclo, carbonada, puré con carne, entre otros, los cuales no superan los 1.200 pesos. La tentadora oferta viene acompañada con pan por montón y el tan criollo pebre, el cual es hecho con el famoso ají puta madre.
Otra opción, es visitar La Casa de La Cholita, ubicado a pasos de Bilbao con Italia. Ahí, sólo se encuentran los típicos platos de nuestra comida criolla, sus precios no superan los dos mil pesos y todos los menús traen un postre gratis.
Como vemos, las posibilidades de encontrar comida sana y a bajo costo son muchas, y lo que falta son ganas de salir a caminar a buscarlos, y no quedarse con la cajita infelíz de Ronald, o tanta fritura, que a la larga nos produce más de una complicación.

Felipe Muñoz