martes, noviembre 01, 2005

Radiohead: El karma de la vanguardia



Cuando todos tenían los ojos puestos en Estados Unidos y sobretodo en la lúgubre ciudad de Seattle, se gestaba en Inglaterra un proyecto compuesto por 5 “intelectualoides” estudiantes de la prestigiosa universidad de Oxford que debutaban con el álbum Pablo Honey.
Fue así como la canción “Creep” se apoderó de las radios y llamó la atención de los exigentes críticos británicos. ¡¿Y cómo no?!, si era una de esas típicas canciones con melodías simples y temáticas complejas “engancha masas”. Algo así como el nuevo himno de los perdedores, sucediendo a Smells like teen spirit de Nirvana. Una de esas composiciones que supuestamente van dirigidas a las minorías pero resultan terminar en éxitos comerciales. Al parecer el mundo esta copado de perdedores.
Pablo Honey fue un disco más de Brit Pop. Un aporte más a lo que hacía Oasis y Blur.
Lo interesante comienza a florecer en 1995, con el álbum The Bends, que resultó ser esa tan ansiada petición de originalidad que se le hacía al rock británico. Por fin se terminaban las melodías lindas con notas do, la menor y mi menor para comenzar a explorar en los campos magnéticos que Sonic Youth creaba al otro lado del mundo.
El punto culmine llega dos años más tarde con el Ok Computer; disco que a mi juicio marca un antes y un después en el rock noventero. Seguían las melodías tristes, pero esta vez respaldadas por guitarras con efectos cósmicos y sintetizadores manejados a la perfección por el flaco Greenwood.
Y si de computadores se trata, el Kid A y el Amnesiac; los discos sucesores, son el clímax de esta investigación iniciada por los “cabeza de radio”, que pretendía sumergirse en un mundo desconocido para ellos.
El último trabajo; Hail to the Thief recoge aquellas guitarras del The Bends y las mezcla con las máquinas en su punto justo, dando origen a un álbum que para muchos fue el encargado de cerrar la etapa actual de la música de Radiohead y permitir la exploración en algo nuevo. ¿Será cierto?
Beats procesados, samplers, sintetizadores, efectos, baterías a destiempo y una voz inigualable son algunos de los ingredientes que hacen a Radiohead ser el grupo eje de la vanguardia en el rock. Nunca se sabe que es lo que viene, pero se tiene la confianza absoluta de que será magnífico.
Radiohead puede provocarte un fanatismo acérrimo o una repulsión extrema. No hay punto medio, sin embargo lo que sí debe reconocerse siempre, es que este quinteto de Oxford le cambió la cara al rock y pasará a los anales de la historia como una de las mejores bandas del mundo.
Jean- Philippe Cretton

1 Comments:

<$BlogCommentAuthor$> dijo...

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10:00 p. m.  

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