martes, octubre 11, 2005

Esa Droga llamada Rock and Roll

Terminó el fin de semana largo. Se acabó el alcohol y sólo queda la melancolía que dejaron las tres noches de bohemia.
La madrugada del lunes eran las cinco y media de la mañana cuando llegué a mi casa. Con las zapatillas en la mano para disimular el ruido y concentrado en actuar como lo haría sobrio, me dispuse a entrar en mi habitación.
Para mi sorpresa el computador aún estaba prendido y el logo de Winamp me incitó a clickearlo dos veces y revisar la, a mi juicio, paupérrima lista de mp3 que tengo. Esto por la cantidad y no la calidad.
Hace unos días mi perro se comió los audífonos, sin embargo pude conseguirme otro par con un amigo. El drama radica en que son tan cortos que tengo que hincarme para que queden en mis oídos. Eso fue lo que tuve que hacer esa noche.
Agaché la cabeza y puse el repertorio mas doom y "pegado" de la lista. Llámese Cathedral, Electric Wizard, Crowbar, Yajaira, Yob y Black Sabbath. Como ya les mencioné antes, eran cerca de las 5 y media. Levanté la cabeza a las 9 de la mañana y la luz me encandiló los ojos. Entre balbuceos me dije "Puta, es una droga esta wea". Me levanté, abrí mi cama y me dispuse a dormir.
Esa es la fuerza del Rock and Roll, la capacidad de meterse en tu sistema nervioso, retorcértelo y hacerte olvidar. Eso Don Graf no lo prohíbe.
Jean- Philippe Cretton

1 Comments:

<$BlogCommentAuthor$> dijo...

<$BlogCommentBody$>

10:28 p. m.  

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